26 de julio de 1953: asalto al Moncada y la libertad pendiente (Cuba)

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Fidel Castro arrestado luego del ataque al cuartel Moncada, en 1953. (Fuente: http://www.wikimedia.org)

La memoria de esta gesta vive en el pueblo cubano, que ama la libertad.

El asalto al cuartel Moncada fue clave en la lucha por la caída de Fulgencio Batista y hoy es un llamado a la libertad y la democracia: disidentes, presos políticos, exiliados, mantienen viva la memoria de un hecho que dejó un mensaje a las nuevas generaciones.


1. Un hecho decisivo
El 26 de julio de 1953 se produjo en Cuba el asalto al cuartel Moncada, hecho histórico producido por un grupo de jóvenes liderados por un también joven Fidel Castro.
Esta toma, en la ciudad de Santiago, fue un fracaso militar, pero llamó la atención de los cubanos y del mundo sobre el movimiento que lograría derrocar a Fulgencio Batista, que tomó la fecha del ataque como nombre, en recuerdo del hecho.
La libertad que esperaba el pueblo cubano con la caída del régimen de Batista fue de a poco diluyéndose para ser hoy un anhelo de muchos patriotas, pero mantenido a menudo en secreto.
Aquellos combatientes ya no están, o son ancianos al momento de escribir estas líneas (principios de 2014), y quienes han logrado sobrevivir a las cárceles del régimen encuentran que aquel proyecto revolucionario de libertad fue reemplazado lisa y llanamente por una dictadura.
2. Los héroes de ayer
Recordemos a uno de ellos: Huber Matos.
Fue uno de los revolucionarios más respetados por amigos y enemigos. Las ofensivas contra el Ejército de Batista fueron muchas veces encabezadas por él desde el Escambray.
Cuando Fidel Castro traiciona a quienes creían en la democracia afirmando que la revolución sería comunista, se alza la voz de Matos para expresar su desacuerdo.
Escribe una carta al Comandante manifestando que ante esta situación prefiere volver a su antigua actividad, la docencia, dejando la actividad militar. La respuesta de Castro es inmediata: un juicio sumario y la pena de 20 años de prisión al «traidor» Matos. Muchos de estos años los pasó sin ver la luz del sol, en una dolorosa situación que merece el repudio de organismos defensores de los derechos humanos, que todavía estamos esperando.
3. Los héroes de hoy
Así, podríamos nombrar a muchos héroes de aquella revolución, hoy olvidados, muertos o exiliados.
Cada 26 de julio puede quedar en la memoria de los cubanos y los amantes de la libertad como una conmemoración más. Sin embargo, no debería ser así.
Los prisioneros políticos de Cuba, condenados a décadas de cárcel por opinar de manera distinta al régimen; los periodistas perseguidos y calumniados; los disidentes; los miembros de organizaciones democráticas que están organizadas a pesar de amenazas y represión, merecen que el espíritu de los patriotas del Moncada vuelva a hacerse presente.
Los testimonios que hemos leído y aquellas palabras que nos han transmitido quienes luchan por la libertad nos dan la certeza de que aquel ímpetu vive hoy como entonces.
4. Digamos «Presente»
A lo largo de los años, se ha tejido en Cuba y en el mundo una red de solidaridad e información para conocer la verdad que otros callan.
Los periodistas libres nos enorgullecemos de formar parte de este tramado espontáneo, que va extendiéndose a pesar de las dificultades.
También hoy como entonces hay silencio; de manera inexplicable quienes más estructura tienen para hablar son quienes más callan.
Los intereses son muchos, algunos de ellos comerciales y otros políticos. No parecen importar los presos políticos, la censura, la prohibición de salir y entrar del país y hasta los asesinatos.
En el reinado de las conveniencias y el cambalache político del discurso fácil, todo vale.

En este contexto, rendimos nuestro homenaje a los héroes del Moncada de ayer y a quienes, con su mismo espíritu de libertad y democracia, trabajan para que en la tierra de José Martí puedan nuevamente estar presentes la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos. Alberto Auné

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